viernes, 24 de noviembre de 2017

Discurso de Juan Carlos La Rocca

IIº COLACION DE GRADO
Autoridades  de la Un Cuyo; colegas ; amigos y familiares presentes: 
Hoy para muchos es el día del REENCUENTRO. Mejor dicho es el día de la coronación formal de un REENCUENTRO , que se fue gestando a lo largo de los últimos años, a través de reuniones múltiples; formales unas,  casuales otras y que encontraron un terreno muy fértil para prosperar : la necesidad de rencontrarnos con quienes habíamos compartido , sin duda alguna la  etapa más feliz de nuestra existencia, cual fue la vida universitaria en la Facultad de Ingeniería de San Juan, otrora perteneciente a la Universidad Nacional de Cuyo.
Aquellas primeras reuniones juntaron primero núcleos específicos: comenzaron los Ingenieros Civiles ; siguieron los Químicos y se fueron sumando los distintos graduados de las especialidades que se estudiaban en los años 50; 60 y 70 en San Juan: Electromecánicos; Arquitectos; Ingenieros  en Minas; en Agrimensura y también los que hicieran el Ciclo Básico en San Juan para trasladarse luego a Mendoza a culminar su especialidad como Ingenieros en Petróleo. 
En la década del 90 se realizó un Encuentro en San Juan por los 25 años de Egresados, promovido por los Ingenieros Civiles y el Centro de Estudiantes de Ingeniería; evento que dio un importante impulso a las  reuniones que se sucedieron posteriormente. Curiosamente se fueron integrando más y más amigos y colegas ;  aumentando  la amplitud etaria e incorporando a muchos otros amigos que sin haber culminado su carrera universitaria, se sintieron siempre unidos a este gran grupo.
Este fenómeno es digno de ser estudiado en la Argentina de hoy: ¿cómo un grupo de viejos universitarios, con y sin título, han logrado semejante conexión? ¿A qué se debe este enorme potencial para realizar cosas para nosotros muy importantes, en el ocaso de nuestra existencia?
Lo tratamos  de explicar a partir de la excepcionalidad de la vida universitaria que desarrollamos en nuestra juventud en la provincia de San Juan. Donde a partir de la decisión de iniciar una carrera  en la prestigiosa Facultad de Ingeniería, Ciencias Exactas Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Cuyo; muchos debimos abandonar temporalmente el hogar paterno y emigrar. 
Y allá nos juntamos sanjuaninos; mendocinos; puntanos; riojanos; jujeños; santafesinos (los famosos charrúas); correntinos; bonaerenses y de casi todas las provincias de nuestra patria; junto a  bolivianos y peruanos con su importante comunidad y también de otras  nacionalidades. 
Tuvimos la enorme suerte de penetrar en un ambiente que a la mayoría nos cambió la vida y nuestra forma de pensar. Donde a la par de cultivar las duras disciplinas del conocimiento de las materias de las carreras respectivas, pudimos disfrutar de otras múltiples vivencias que hacían a la vida universitaria plena de ese entonces. El devenir de nuestros años universitarios nos trajo otros planos de desarrollo de nuestras habilidades y conocimientos, además de los puramente técnicos (en los que nuestra Facultad tuvo niveles de excelencia académica). Y me refiero al plano humano, donde desarrollamos todo tipo de actividades que hicieron un aporte importantísimo al desarrollo de nuestra cultura y personalidad. 
Desde las actividades deportivas, que tuvieron un especial impulso en nuestro periodo, donde hicimos especiales aportes para la concreción de las Olimpíadas Universitarias ; participando masivamente tanto de las locales, como las que organizaba la Universidad de  Cuyo en Mendoza y a las que concurríamos con todo nuestro potencial.(hoy distinguiremos a un factótum de las mismas, el querido “Lechuga” Castellani). También contribuimos decididamente a  la fundación en 1965, del Club Universitarios San Juan; Institución que se desarrolló exitosamente y prestigia hoy el deporte sanjuanino . 
Desde las actividades políticas y gremiales con todo lo que significaron en la lucha reivindicativa del estudiantado, y en nuestra formación político ideológica ; en las discusiones por los contenidos de la enseñanza;  con el apasionamiento lógico de nuestra juventud, pero con absoluta libertad de criterio y tolerancia, que transportada en el tiempo sea, quizás, una de las razones que nos ha permitido estar hoy aquí reunidos, al haber construido, sin proponérnoslo, este inédito movimiento que permite reunir centenares de colegas de distinta condición social; de disímiles ideologías;  de distintos credos y que crece a diario; inmune a los intentos de “autodestrucción” que a veces lo amenazaron.
También rescatamos de esa época,  las actividades socio culturales que a muchos de nosotros nos sacaron de las cavernas técnicas para proporcionarnos un poco de “humanidad”. 
La Facu escurrió Profesionales por todo el país y el mundo. Con desarrollos y resultados individuales y sociales de diversa cuantía; donde cada uno fue encontrando lo que buscó o lo que el destino le puso a mano. De esas aulas y con el título en la mano, salimos disparados y nos desparramamos por fábricas; aulas, Institutos de Investigación; grandes y medianas Empresas, estatales y privadas; nacionales y extranjeras; de producción y de servicios; muchos intentaron formar su propia empresa y lo lograron; otros sucumbieron antes o después de  ese intento, muchos prosperaron y otros no.
Pero el sello que nos dejó esa querida Facultad permanece indeleble en el espíritu de cada uno de nosotros, lamentando que  el devenir de los años y del mundo, hace que difícilmente se pueda replicar esa experiencia en la actualidad. Este mundo es otro mundo. Al que tratamos de adaptarnos desde el momento que encendemos una PC o hablamos por celular. 
En el camino fueron quedando demasiados compañeros queridos que hoy añoramos. En el recuerdo de Eddy Martínez y Eduardo Jaliff fallecidos recientemente, este último hacen escasas horas, recordamos a todos los que se nos adelantaron. Mónica agradecemos tu templanza para acompañarnos en este momento tan difícil.  
Enviamos también un mensaje solidario a los colegas que están hoy atravesando momentos muy difíciles con su salud.
Muchos de nosotros, viviendo aquí en la zona nos hemos visto a menudo a lo largo de muchos años. Hoy, esta herramienta fabulosa de la comunicación nos ha permitido saber de la existencia de compañeros que se desarraigaron y están en distintos puntos del país y del mundo. Pero lo que supera a toda la electrónica, es la posibilidad de rencontrarnos en una cena o  un almuerzo o simplemente en el café y volver a darnos un abrazo. No hay “compu” ni “celu” que supere ese abrazo.
Hoy estamos aquí para celebrar ese pasado y este presente. Ese pasado que nos selló un principio de “pertenencia” a aquella Facultad del Parque de Mayo, fundada en 1947; donde se alternaban viejas y decrépitas aulas post terremoto y nuevas con modernas instalaciones. La Facu de la Confitería y Bar La Cueva ; del Comedor Universitario (los tres: el del Hotel Sussex, el de calle Aberastain y el actual del Palomar); con sus mozos y peluqueros; de las pensiones y comedores familiares; de los  Centros de Estudiantes. La de las  “bromas” históricas, de las que su ideólogo y mentor hoy felizmente nos pudo acompañar,  que traspusieron los límites universitarios para conmover a toda la sociedad sanjuanina. Nombrando a dos de ellas  recordamos a todas: la pseudo llegada a San Juan del Presidente de Italia Gronchi en 1962 y la llegada de los Beatles al centro de la ciudad, un par de años después.
La Facu de los bailes;  de las Búsqueda del Tesoro en bicicleta; de las viejas bicicletas estudiantiles que atiborraban el bicicletero y de las cuales cualquiera se podía servir a condición de restituirla a su lugar de origen. Del viejo colectivo en el que emprendíamos hermosos viajes de estudio o deportivos. De los asados de recibida: aquí presentes hay varios colegas que se disputan el record de asistentes a su asado de recibida. Algunos llegaron a superar la centena de comensales. (Imaginense lo que podían llegar a comer esos chicos). La Facu donde convivían estudiantes avanzados de poderosa inteligencia y capacidad (la mayoría ayudantes de cátedra) con los eternos crónicos, muchos quizás con mayor fama que los primeros. La Facu de las tomas y de las huelgas, en un tiempo en que ninguna terminaba en tragedia. De los grandes profesores, muchos felizmente sobrevivientes e integrados a este movimiento y algunos hoy aquí presentes. Dentro de una comunidad, la sanjuanina, que nos cobijó plenamente y donde dejamos grandes y perennes amistades y que a muchos les costó la soltería.
Y este presente, que gracias al reconocimiento por parte de las actuales autoridades de la Universidad Nacional de Cuyo de nuestro carácter de Egresados de esta Casa , ha posibilitado la culminación de este Rencuentro con este hermoso y  emotivo Acto al que hemos concurrido con la certeza que se nos va a arrugar un poco el corazón y que seguro nos hará derramar alguna lágrima. 
Porque el devenir de los años nos ha vuelto, además de eternos protestones, en llorones seriales al emocionarnos con mucha facilidad. 
En 1973 se crea  la Universidad Nacional de San Juan que absorbió y amplió las ramas de Ingeniería. Muchos de nuestros  colegas que integran este movimiento son egresados de esa casa de estudios .
Y ese hecho nos dejó al margen de la vida de graduados universitarios de la Universidad Nacional de Cuyo.
Hoy festejamos el Rencuentro con nuestra casa de donde nadie nos echó pero donde por muchísimos años no tuvimos reconocimiento formal de pertenencia.
Nuestro agradecimiento en las personas del Rector Ing. Daniel Pizzi; del Vicerrector Dr. Jorge Horacio Barón;  del Decano de la Facultad de Ingeniería Ing. Daniel  Fernández y del Director de Graduados de dicha facultad Ing Horacio Manzur; que posibilitaron el reconocimiento que provoca este Reencuentro y nos devuelve el sentido de “Pertenencia”.
Ellos también se fueron integrando a este grupo a través de su presencia activa en los eventos que nos reúnen.
Les agradecemos esta IIª Colación de Grados que nos  tributan y que nos llena de emoción. 
Les reiteramos asimismo nuestra mayor disposición para que esta Casa de Altos Estudios disponga de la riquísima experiencia que atesoran la mayoría de nuestros Colegas ; algunos con altísimas capacidades reconocidas nacional e internacionalmente; para volcarlas en vuestras aulas y ayudar a la capacitación de vuestros alumnos y futuros colegas. 
Toda Colación de Grados tiene premios y distinciones. Creyendo interpretar el sentir del grupo de colegas aquí presente y de los que hoy no pudieron asistir, hemos consensuado  en distinguir y agradecer a  los pioneros de este Movimiento y a quienes posteriormente han sido  y son sus sostenes e impulsores: me refiero al núcleo que posibilitó la concreción  de este hermoso Acto
Queridos amigos: les agradezco el enorme honor conferido al designarme para hablar en vuestro nombre, esperando haber estado a la altura de las circunstancias y de vuestras expectativas.
Muchas gracias

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